por una sociedad mas justa

Opinion

Sociedad y consumismo

Parece que a algunas personas que se ven amenazadas por la delincuencia quiere mano dura. Deberían pensar por un instante como encaran su vida diaria y como educan a sus hijos, que tanta atención le prestan a éstos. Por otra parte cual es su actitud cuando hechos de violencia ocurren a su alrededor y hacen muchas veces la vista gorda, porque, claro, a ellos no les importa, son otros y el no te metas es el común denominador en la sociedad actual. El desinterés  de lo que pasa a tu costado es algo común a las sociedades que solo les importa el bienestar personal y la acumulación indiscriminada de riqueza, aún aquellos que viven en un entorno social crítico. Ricos, clase media alta, media baja y pobres todos en un común escalar y trepar hacia el mundanal encantamiento del consumismo. 

El sistema capitalista que impera en la actualidad, conduce a la deshumanización de las masas a la lenta y progresiva desideologización de éstas y a una constante crisis de valores total. Todo vilmente pergeñado por el imperio, sus secuaces y lacayos que en nuestro continente dominan tanto los medios audiovisuales como los escritos y auditivos. El cuarto poder es al imperio yanqui, una fiel ARMA de un particular engranaje, una telaraña de maliciosas elucubraciones maliciosas tendientes a una perpetuación del sistema para beneficiar a las grandes corporaciones, multinacionales  y sistemas financieros corruptos que lucran con la desgracia de los menos afortunados y los ignorantes que solo se valen de su trabajo y esfuerzo para llegar apenas a fin de mes con un sueldo muchas veces miserable y que se ven encantados por lo atractivo de las tentaciones, de los artículos materiales y tecnologías de punta, aparatos novedosísimos, que están al alcance de todos para atraparlos. Enseñar en valores, educar a los hijos desde chiquitos para que sean cada vez más humanos y menos alienados, Brindar apoyo a los que quieren cambiar y mejorar la educación de los países subdesarrollados, combatir con energía el delito, en especial el contrabando de drogas y no a éstas. Realizar políticas de adecuadas y novedosas en materia de consumo de sustancias estimulantes. Plantear discusiones en el ámbito cultural, sindical, social, universitario, etc. sobre la legalización de las drogas. Y por supuesto no a la baja de la  edad de imputabilidad, ya que con esto solo conseguiríamos que nuestros jóvenes se volvieran expertos criminales de alta peligrosidad en las cárceles, que son verdaderas escuelas del delito y el crimen. Con esto empezaríamos a cambiar en algo la sociedad y le estaríamos dando a nuestras futuras generaciones unos valores importantes y una línea de acción para afrontar los próximos siglos, que serán cada vez mas difíciles, puesto que desde los estados del primer mundo solo podemos esperar mas artillería pesada, con mas consumismo, lavado de cerebro a los mas vulnerables, y por que no en un futuro no tan lejano una oleada destructiva avasallante hacia nuestra zona en busca de los recursos naturales que cada vez escasean más en el mundo. 

Fernando Rocha